La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife exige a los taxistas interesados en prestar servicios a los cruceros que nombre un coordinador “único” que será el representante ante el ente en lo relativo a la organización y ordenación de la prestación de servicios a los buques de cruceros.
Así se desprende de la ordenanza reguladora de los servicios de taxis de Santa Cruz de Tenerife ‘aprobada’ por el Ministerio de Fomento y hecha pública este martes el Boletín Oficial del Estado. El objeto es el de regular los servicios de taxis en las zonas del puerto de la capital tinerfeña.
“Aquellos auto taxis interesados en la prestación del servicio de auto taxis a los cruceristas nombrarán un único Coordinador de Servicio el cuál, además de llevar a cabo su coordinación, será considerado como representante único ante esta Autoridad Portuaria en lo relativo a la organización y ordenación de la prestación de servicios a buques en régimen de crucero así como a la realización de los nombramientos de acuerdo a los criterios que haya acordado dicho colectivo”, se ha explicado en la ordenanza.
Para poder acceder a la prestación del servicio a tripulantes o pasaje, además de que la licencia no tenga ninguna ‘deuda’ con la Autoridad Portuaria, cada uno de los taxis nombrados deberán llevar un cartel indicativo numerado que se ha de entregar a la Policía Portuaria que comprobará que se encuentra en la relación de vehículos autorizados a la prestación de este día, cuyo cupo estará limitado en la zona más próxima al buque, mientras el resto esperará en la zona controlada y determinada por la Policía Portuaria.
“Asimismo, queda expresamente prohibida la práctica de ofertar servicios al pasaje en régimen de crucero mediante cualquier tipo de publicidad exterior, panfletos o similares así como, especialmente, aquellas que provoquen el acoso a dicho pasaje y/o tripulaciones”, se ha recogido en la ordenanza.
En esta se ha indicado también, y fuera de los cruceros, que en todo momento los taxis deberán informar a la Policía Portuaria si han de recoger un pasaje previo acuerdo o esperan a la llegada de buques y embarcaciones que puedan prestar el servicio. La normativa prohíbe además recoger pasajes de cualquier índole en zonas del puerto no autorizadas para tal fin.
