Rodeados de quienes más queremos. Compartiendo y disfrutando de momentos entrañables en una época tan especial como la Navidad debiéramos también ser conscientes de que muchos de los riesgos de incendios a los que nos exponemos en nuestros hogares se ven multiplicados durante estos días. Como destaca Leocadio Bethencourt, técnico en prevención del Consorcio de Bomberos de Tenerife. No se trata de aguarnos la fiesta, sino de disfrutarla más seguros, “detectar los posibles riesgos que tiene nuestras casas para que un pequeño error no sea fatal”.
¿Se producen más incendios en los hogares en Navidades?
Verdaderamente la época de Navidad que debe ser de alegría, es desgraciadamente a nivel general cuando se da un mayor incremento en el número de incendios, especialmente por causas de las instalaciones eléctricas porque olvidamos que es un factor primordial a cuidar en especial en estas fechas.
Estamos hablando de que aproximadamente se incrementan el número de incidentes con el fuego entre un 20 y 25 por ciento, aunque se trata de una estadística global en la que están recogidos todas las diferentes situaciones que se pueden dar tanto en edificios nuevos como en edificaciones viejos. Sin embargo no es lo mismo la instalación de un edifico de más de 25 ó 30 años, donde de alguna manera hemos sobrecargado la red. Tenemos unas instalaciones de hace 25 años pero en nuestras casas no nos falta de nada
Es decir ¿le pedimos prestaciones del siglo XXI?
Exactamente. Entonces existe un recalentamiento latente en esa red que no está diseñada para darnos esa respuesta. Luego no encontramos con dos factores muy típicos en estas fiestas como son los adornos navideños y los productos pirotécnicos.
La verdad que el tema de las recámaras que tanto van en aumento y ahora parece ya verdaderas bombas casi incontroladas. Yo creo que incluso por parte de los propios padres que de alguna manera no vigilan a los niños o no les identifican los riesgos tan grandes que puede tener con estos productos.
¿Los ha de adquirir un adulto?
Sí, pero el padre se lo da al niño. Por un lado nos encontramos con casos de quemaduras y con algún que otro volador que entra por una ventana y origina un incendio.
¿Y los árboles y las luces navideñas?
Aquí nos encontramos con dos situaciones distintas. Como lo montas en tu casa, con todo el cariño del mundo y con toda tu familia alrededor y como lo guardas. Lo guardas a la patada. Lo metes en el trastero casi empujando. No nos entra en el espacio que tenemos para guardar el racimo de luces y, a la fuerza, ahí lo metemos hasta el año que viene. El año que viene lo vuelves a sacar con el mismo cariño. Pero lo que sacamos es un enjambre de cosas. Los cables a veces están cortados, no están en las mejores condiciones y ni siquiera los revisamos.
Nosotros siempre aconsejamos que revisen muy bien esos rosarios de luces, que muchas veces colocamos en nuestros hogares desde hace quince años. Se trata de un producto que ha evolucionado muchos y que ahora ofrece garantías como marcado CE por lo que es importante que nos planteemos renovarlo.
Si adquirimos uno nuevo debemos verificar si se trata de luces de interior o exterior. No nos damos cuenta de que no podemos colocar un rosario de luces de interior en el balcón de nuestra casa. Debemos seguir al pie de la letra las recomendaciones del fabricante. Todos estos aspectos son importantísimos y nos olvidamos la mayoría de las veces de ellos.
¿Otro riesgo importante es la tradición de poner el Portal al pie del árbol de Navidad?
Aquí se suele dar una cadena de riesgos que termina por cerrarse con el incendio. Usamos una regleta de la que no sabemos qué potencia puede soportar, ponemos ese papel tan adecuado para crear el ambiente del Belén y luego el propio árbol de Navidad. Los árboles artificiales debemos comprarlos con garantías. Que no sean propagadores de la llama rápida.
¿Son aspectos que normalmente no pensamos?
Yo creo que debiera estar regulado en el mercado y además con la crisis que tenemos, normalmente vamos a comprar lo más barato. Además esta instalación solemos hacerla en la entrada de nuestras casas, con lo cual tenemos comprometida la evacuación.
Debemos tener en cuenta que en estos días, cuando todos volvemos a nuestras casas como dice el anuncio del turrón. Es por tanto el momento del año en el que hay más actividad en nuestros hogares. Se cocina más, hay más aparatos encendidos, etc. Por lo tanto se da un riesgo mayor que hay que controlar más.
¿También habrá un mayor número de incendios en las cocinas?
Son muchísimos. Sobre todo con respecto al tema de la concina digamos que el 90 por ciento de los incendios que se dan en una vivienda se originan en ellas. Y casi el 99 por ciento tienen que ver con las cocinas y las campanas extractoras. Tenemos esos filtros sobre el punto de cocción. Debemos leer las instrucciones del fabricante para saber cada cuanto corresponde limpiarlos o cuando debemos desecharlo. Tal vez dice que debemos tirarlo tras unos meses y nosotros lo dejamos ahí un año. En ellos se va acumulando la grasa, y la grasa con cierto calor es un líquido combustible.
Por tanto en estos días y debido a estas circunstancias ¿debemos extremar las precauciones?
Exactamente. Si identificamos los riesgos ya tenemos muchas cosas a favor. Lo malo es cuando uno no lo ve. En medio de la locura de estos días, lo que está faltando es un pequeño error que cierra la cadena de muchísimos errores que estás cometiendo a lo largo del día y es cuando se producen las emergencias, el incendio, el accidente que puede ser fatal.
