Dos veces al año -tres en el caso de las unidades especiales-, los agentes de la Policía Local reciben formación de seguridad y prácticas de tiro en Las Majadillas. El Ayuntamiento insiste en que incidentes como el del disparo que hirió a dos agentes son «excepcionales» y lanza un mensaje de tranquilidad.
Los agentes de la Policía Local se someten un mínimo de dos veces al año -tres en el caso del GOIA y la Unidad Especial- a unas prácticas en el campo de tiro de Las Majadillas con el fin de mejorar su formación y evitar problemas de seguridad en el manejo de las armas. El suboficial Alfredo Minviela, responsable de armamento y tiro, asegura que «cuanto más vienen los agentes aquí, menos posibilidades de tener una accidente», como el que se produjo a principios de mes en la sala de control de tráfico y que se saldó con dos agentes heridos cuando uno de ellos manipulaba su pistola.
La seguridad es clave en el campo de entrenamiento de los agentes, donde Minviela repite hasta la saciedad las instrucciones de manejo de las pistolas. «La seguridad es la religión aquí», explica a los agentes que ayer tarde se daban cita en el campo de tiro, «si no quieren tener problemas, traten siempre la pistola como si estuviera cargada».
Eso implica que los agentes no pueden hacer descansar el dedo en el gatillo hasta que va a disparar. Nada de imágenes de películas en la que el policía juega con el pulsador de la pistola.
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