La fiscal delegada contra la Violencia sobre la Mujer, Soledad Cazorla, ha calificado hoy de “impresionante” ver cómo determinados estereotipos machistas se vuelven a repetir entre las nuevas generaciones.
“No pintan bien las cosas, tenemos que enfrentarnos de la mejor manera a romper los roles tradicionales de gente muy joven, es impresionante ver que estereotipos que generaciones como la mía hemos estado rompiendo se vuelvan a repetir con gente muy joven”, ha subrayado la fiscal.
Cazorla, que ha ofrecido en Avilés una charla sobre el papel del fiscal en este tipo de delitos, ha reaccionado de ese modo a una encuesta de la Asociación de Mujeres Progresistas que desvela actitudes machistas en jóvenes menores de 18 años.
A esa franja de población se ha dirigido la fiscal para recalcar que, “ni humillaciones ni sumisiones ni nada puede ir contra la igualdad de la mujer y del hombre en las relaciones”.
Así, considera necesario transmitir a esta generación que el control del móvil de la pareja o las manifestaciones de celos “son el primer paso hacia un vida no paritaria, no igualitaria, que no puede ser en el XXI, con las consecuencias que estamos viendo”.
Cazorla no prevé “cambios sustanciales” en la Ley de Violencia de Género con el cambio de gobierno que protagonizará el PP en breve, porque ha considerado que se trata de una iniciativa aprobada por unanimidad, que “van a dejar que tenga su rodaje y se haga sólida”.
Sobre los aspectos que todavía hay que desarrollar de la Ley de Violencia de Género, Cazorla ha puesto énfasis en la necesidad de “seguir avanzado en la valoración del riesgo que sufren las mujeres”, que es cambiante y sume a los juristas en la incertidumbre, “porque esto no es sólo un problema de derecho”.
Acerca del debate abierto en torno a la figura del fiscal como instructor de este tipo casos, Soledad Cazorla ha pedido que desaparezca “el recelo que se pueda tener a que va a actuar conforme a las pautas que le vaya a dictar el gobierno de turno”.
Por otra parte, ha querido resaltar que eso es lo que hace la mayor parte de los países del entorno, porque “una cosa es el papel de acusador y otra el respetable papel del que ejerce el hecho de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado”.
Una de las trabas que impiden un mejor resultado y que el número de víctimas mortales no llegue a las 54 de este año, es la falta de un perfil concreto del maltratador, “porque ni el violento machista tiene cara de tal ni es de un estrato social determinado”.
Otro punto sobre el que ha querido incidir la fiscal tiene que ver con lo que ha definido como “la bolsa negra de mujeres que no denuncian” para insistir en la idea de que tienen que hacerlo tanto ellas como cualquier persona de su entorno