El Cuerpo Nacional de Policía entregó ayer las menciones honoríficas a cinco vigilantes de seguridad por su colaboración con agentes de dicha institución y su contribución al esclarecimiento de delitos, así como a salvar la vida a dos personas y evitar daños materiales durante el año pasado. Entre los profesionales distinguidos figura Juan Antonio Hernández Delgado, que fue el trabajador que se enfrentó, persiguió y retuvo al desequilibrado mental de origen búlgaro que decapitó a una mujer británica en Los Cristianos el 13 de mayo de 2011.
Hernández Delgado trabaja como vigilante en una oficina del Servicio Canario de Empleo situada en el edificio Valdés Center en Arona y, sin quererlo, fue protagonista indirecto del suceso con mayor repercusión mediática que ha ocurrido en Tenerife durante los últimos años.
El mismo día en que se produjo el trágico homicidio de Jennifer Joan Mills Westley, Juan Antonio relató a EL DÍA cómo había vivido esa experiencia violenta. Fue una vigilante de otra entidad insular la que vio salir al decapitador, Deyan Valentinov Deyanov, del comercio chino donde había cometido su terrible crimen y le pidió ayuda a Juan Antonio. Este salió sin saber a dónde iba. Deyan llevaba en la mano izquierda la cabeza de la ciudadana británica y en la derecha un cuchillo grande y una bolsa. Hernández Delgado se aproximó al individuo, pues pensó que era un ladrón, sacó su defensa y le dijo: “Suelta lo que llevas y tírate al suelo”. El indigente búlgaro lo miró y levantó la cabeza por encima de sus hombros, para decir a continuación: “Muerte. Te voy a matar”.
Juan Antonio, conocido como “Tony” por sus amigos, le golpeó los brazos, hasta que el criminal soltó la cabeza, el cuchillo y la bolsa. Después, el decapitador cruzó la calle y, cuando se desequilibró, el vigilante lo tiró al suelo, lo golpeó con la defensa y le puso los grilletes.
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