Optimizar los recursos humanos y materiales existentes es básico para cualquier actividad empresarial. Máximo en los tiempos de crisis que vivimos. Por tal motivo, es inadmisible que se sigan subestimando las capacidades y competencias profesionales de algunos colectivos en detrimento tanto de una gestión adecuada como de la calidad asistencial que debería ser prioritaria para cualquier gestor sanitario.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) lleva años denunciado esta situación tanto en el Hospital Universitario de Canarias como en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria donde los Técnicos en Cuidados de Enfermería, profesionales de la enfermería básica, son obligados a realizar tareas ajenas a la labor asistencial para la que están debidamente formados.
Desde SAE se ha instado, en diferentes ocasiones, a las gerencias y direcciones de enfermería para que se lleve a cabo la reorganización de personal necesaria para que los Técnicos en Cuidados de Enfermería no realicen funciones de limpieza de mobiliario (en las habitaciones, offices para uso del personal en general, neveras de uso colectivo, cuartos de desinfección y elementos varios de uso de otros estamentos profesionales), aparataje clínico o traslado de pacientes ya que corresponde a los profesionales no sanitarios.
Los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) han evolucionado profesionalmente adaptándose a las exigencias de la sanidad actual y a las necesidades de ésta y de los pacientes. Sin embargo, una absurda y anticuada interpretación de la primera regulación legal de la profesión es la única excusa que sustenta que el sistema de evaluación de competencias en las listas de contratación del citado hospital otorgue mayor puntuación a las tareas de limpieza que a la atención asistencial al paciente.
Por otro lado, en los acuerdos de integración del Hospital Universitario de Canarias, tanto la gerencia como el Servicio Canario de Salud han olvidado, convenientemente, dotar dicho hospital de celadores que son los encargados tanto del traslado de los pacientes entre servicios como de algunas de las tareas que actualmente realicen los TCE.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería ha comunicado en varias ocasiones a las direcciones de enfermería y gerencias de los centros la necesidad de reorganizar las plantillas, máximo en la actual situación económica en la que la reasignación de tareas permitiría optimizar los recursos de personal y el mantenimiento de la calidad asistencial. Abandonar los servicios por periodos de tiempo que, en ocasiones, supera los quince minutos para el traslado de los pacientes obliga a los TCE a posponer funciones que sí son de su competencia tales como higiene, alimentación, movilización de los pacientes…en definitiva cuidados asistenciales que deterioran la atención que reciben los usuarios.
A esta sobrecarga de trabajo, que sufren los Técnicos en Cuidados de Enfermería, hay que añadir las deficitarias plantillas de estos profesionales de la enfermería básica en todos los centros.
Por todo ello, desde el Sindicato de Técnico de Enfermería se exige a las gerencias de los centros canarios que lleve a cabo una adecuada reorganización de las plantillas de forma que cada estamento profesional pueda realizar aquellas funciones que le corresponden.
