La institución, adscrita a la Consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, emprende el año con proyectos innovadores e ilusiones renovadas que pretenden, como objetivo final, forjar una cultura de modelo policial europeo que sirva de baluarte a la protección de los ciudadanos, así como a la garantía de sus derechos y libertades.
Tomando como referencia el programa de Estocolmo, presentado por la Presidencia el 16 de octubre de 2009 y adoptado por el Consejo Europeo para el periodo 2010-2014, se establece, entre otras prioridades, que en 2015 un número importante de profesionales haya tomado parte en un programa de formación europeo o de intercambio con otro Estado miembro. Se propone en el documento que a un tercio de todos los policías que intervienen en la cooperación policial europea se les pueda ofrecer programas de formación europea o de intercambio del estilo “Erasmus”, en los que podrían participar también estados no pertenecientes a la UE.
Se cita que con este fin debe recurrirse a las instituciones de formación ya existentes.
Aprovechando estas propuestas, la Academia trabajará para iniciar contactos con agencias europeas, como la CEPOL (Academia Europea de Formación para Policías) y estudiar la posibilidad de acceder a su modelo de formación, con miras a dar una dimensión europea y una visión común a la formación que se imparte a los cuerpos de seguridad y emergencias.
La institución impulsará, como elemento de partida de una cultura formativa global, el desarrollo y aplicación de currículos comunes a la Policía Canaria, conformada por el Cuerpo General de la Policía Canaria y las Policías Locales, que se traducirá en una mayor coordinación y confianza entre cuerpos.
El aumento en la coordinación otorgará una mayor fortaleza al servicio policial, que, desde la cooperación, podrá hacer frente a las amenazas comunes a la sociedad: delincuencia organizada, ciberdelincuencia, violencia juvenil o desastres naturales causados por el hombre.
La protección contra estas amenazas transnacionales pasa necesariamente por la mejora del nivel de inglés de nuestros policías, para quienes la Academia Canaria de Seguridad diseñará un programa de enseñanza específico basado en el Marco Europeo de las Lenguas, un patrón internacional de referencia que sirve para medir el nivel de comprensión y expresión orales y escritas en una lengua.
Como primer paso, se iniciarán pruebas de evaluación de los cuerpos policiales para la posterior asignación de niveles. De esta manera, se podrá trabajar conjuntamente para superar las barreras lingüísticas que obstaculizan la ayuda y protección a la ciudadanía en un espacio abierto como el europeo.
Estas líneas de actuación enlazan con las directrices europeas del Programa de Estocolmo, que anima a los estados miembros a compartir experiencias y prácticas idóneas para aumentar la eficacia y eficiencia en la gestión, puesto que la mejor manera de reducir la cifra de delitos es adoptando medidas efectivas que impidan que se perpetren.
En Canarias, el sistema de emergencias hace años que está adaptado a patrones europeos de coordinación y respuesta, con el 1-1-2 como teléfono de demanda, de acuerdo con la Decisión de la Unión Europea 396/1991, por la que se recomendaba la los Estados miembros la puesta en marcha de un único número de teléfono, el 1-1-2, para acceder a todos los servicios de urgencia de cada uno de los países comunitarios. Ahora, la dimensión transfronteriza de la delincuencia hace que los ciudadanos canarios tengan experiencias parecidas al resto de ciudadanos europeos y se vean afectados de forma similar por los fenómenos delictivos, así que, cada vez más, resulta necesario desarrollar estrategias comunes e incrementar el conocimiento a escala europea, para así garantizar la protección, calidad de vida y bienestar de la ciudadanía.
Juan Jesús Ayala Hernández, Director de la Academina Canaria de Seguridad
