Además, se han reducido los plazos de las tramitaciones. Así se añaden garantías al ciudadano, ya que cuanto antes conozca la existencia de una denuncia, antes podrá ejercer sus derechos ante la Administración (recursos, alegaciones…) y beneficiarse de las ventajas (reducción de la cuantía de la sanción…)
Revolución silenciosa, Así califica el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, las medidas y planes que la Dirección General de Tráfico (DGT) está desarrollando para agilizar su relación con los conductores e impulsar el uso de Internet como el mejor medio para realizar trámites como el pago de multas, la renovación del carné o la notificación de infracciones; para poner en marcha lo que en la DGT se llama con orgullo “la Jefatura Virtual”. Se trata de una apuesta clara por implantar la administración electrónica, que evita desplazamientos y burocracia engorrosa, en un organismo que, por ejemplo, en el primer trimestre de 2010 tramitó cerca de 650.000 denuncias y más de 400.000 matrículas, o que realiza más de tres millones de transferencias al año.
Aunque no se trata de un caso aislado dentro de la Administración en 2007 se aprobó la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, por la que se insta a su implantación progresiva–, sí es cierto que, como señala Marta Carrera, subdirectora general adjunta de Formación Vial de la DGT, “somos un organismo puntero dentro de la Administración y, además, no es un planteamiento nuevo, llevamos mucho tiempo trabajando para conseguirlo”.