La Inspección de Trabajo ha ordenado al ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que retire los tres desfibriladores disponibles en los cuarteles de Bomberos de la ciudad. La decisión se justifica porque sólo existen dos agentes con capacidad reconocida para manejar tales instrumentos, un número insuficiente para garantizar su buen uso.
Los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria no podrán manejar los desfibriladores disponibles, uno en cada uno de los tres cuarteles existentes, mientras el personal designado para el manejo de los equipos «no efectúe el curso de renovación correspondiente».
Un requerimiento de la Inspección de Trabajo dictado el 22 de febrero señala que «habiéndose constatado que sólo dos agentes han recibido el curso de renovación correspondiente, deberán tomarse las medidas necesarias para poner fuera de uso los citados desfibriladores, en tanto todo el personal no reciba el curso de renovación que autoriza su uso, mediante su retirada y custodia». Además se fija como «inmediato» el plazo para el cumplimiento de tal exigencia, «en orden a la subsanación de las deficiencias detectadas».
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