Los científicos han detectado una “brusca y notable” disminución de la señal de tremor en El Hierro, puesto que en el análisis del Instituto Geográfico Nacional (IGN) de los datos sísmicos no aparecen evidencias de una segunda fuente de tremor en el norte, según ha informado el Gobierno canario.
Por su parte, las deformaciones siguen el mismo patrón de estabilidad que en días anteriores en las componentes horizontales. Se observa una clara deflación en la componente vertical de las estaciones situadas en el sur y este de la Isla, en la zona de El Golfo, en la que se observa una estabilización en la elevación al oeste y una ligera tendencia a la deflación al este. En cuanto a la mancha, no se aprecian signos visibles en la superficie, ni prácticamente actividad durante todo el día.
Respecto a los sismos, la población ha sentido dos de los 35 movimientos sísmicos que ayer fueron localizados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en las proximidades de la Isla. Los 35 seísmos registrados se produjeron en el norte, cerca del municipio de Frontera, y los dos que ha sentido la población se registraron a las 11:55 y a las 15:32 horas. El sismo que se produjo a las 11:55 horas fue localizado a 22 kilómetros de profundidad al noroeste de Frontera con magnitud 2,9 en la escala de Richter y fue sentido por la población del núcleo poblacional de Mocanal. El segundo de los movimientos sísmicos sentidos por la población, en este caso en los pueblos de Tigaday e Isora, se localizó a 23 kilómetros de profundidad, con magnitud 3,7 y al noroeste de Frontera.
En total, desde el día 17 de Julio de 2011 se han localizado 11.644 eventos. Por su parte, desde la dirección del Pevolca se recuerda que el despliegue operativo se mantiene en El Hierro a la espera de la evolución del fenómeno eruptivo que se desarrollan en la Isla desde el pasado mes de julio.
Además, desde el día 12 de noviembre, Cruz Roja Española ha llevado a cabo varias sesiones informativas en el municipio de la Frontera, con el objetivo de conseguir la normalización de las emociones, sensaciones y conductas que desarrollan las personas tras vivir un acontecimiento traumático; dotar a las personas de las herramientas necesarias, para poder responder ante una situación de emergencia o preemergencia, así como facilitar una serie de recomendaciones para cuidar su salud mental.
